MINUTO DE RECOGIMIENTO: INMORTALIDAD FÍSICA (Tomado del libro de SONDRA RAY).
- Elvia Pacheco de Puche

- 29 sept
- 5 Min. de lectura

Podemos ampliar nuestra vida mediante un cambio de nuestros pensamientos. Esta idea al principio nos puede parecer imposible, pero a medida que nos familiaricemos con la posibilidad de la inmortalidad física, reflexionamos sobre ella y vamos efectuando un cambio en nuestros pensamientos descubriremos que esta idea es sensata. Hoy día todo lo que compramos y usamos, desde computadoras, televisores hasta videos y discos compactos pasan de moda antes de que podamos aprender a usarlos y de poder disfrutarlos y, como consecuencia, creemos que también nosotros tenemos que ser sustituidos porque ya pasamos de moda. Vivimos en un mundo amenazado por la decadencia, la degradación y la muerte. Todo lo que nos rodea está condenado por una caducidad programada. Dentro de nosotros se encuentran los instintos mortales inconscientes que no son sino nuestros deseos secretos de destruir un cuerpo en el que nos sentimos atrapados. La “verdad”, generalmente aceptada es que la muerte es inevitable, nacemos para morir y según este mito pseudocientífico todo, incluyéndonos también nosotros, es prisionero del tiempo, estamos atrapados en el cerrado sistema espacio-tiempo, lo mejor que podemos hacer es conservar nuestras “limitadas” reservas, protegernos de un universo hostil, prepararnos para un final triste y renunciar a la vida en si. En la vida no hay ninguna esperanza, todo es inútil, la desesperación está justificada, el agotamiento es inevitable y la depresión natural. Nuestros instintos mortales inconscientes sólo provocan la muerte antes de lo que hubiéramos deseado, además generan instintos de resistencia a la vida haciéndola menos atractiva y, por lo tanto, intensifican nuestro deseo de morir y poner punto final a nuestro sufrimiento. Es un círculo vicioso. Esta es una civilización fatalista, si creemos que nada es duradero proyectamos esa creencia de manera inconsciente sobre el planeta que sostiene la vida. Hagamos una afirmación de la vida que nos despierte. La muerte en si es una insensatez. La duración de la vida viene determinada por las relaciones familiares. Alcanzar el cielo en la tierra no es un sueño imposible. La vida y la muerte son cuestiones que requieren una elección. Usa tu camino personal hacia el infinito para acceder al manantial de vida eterna. Supera la desesperación, la depresión y la desilusión, la longevidad no es el resultado directo de la cantidad de vida, sino de vivirla libremente, o, lo que es lo mismo, de liberarse de todo tipo de pensamiento limitador. Hasta ahora los que han buscado la inmortalidad estaban cegados por su Ego, esa parte de nuestra personalidad que se basa en la concepción de que somos independientes de Dios, origen y energía en el que existimos. El ego nunca puede superar a la muerte porque su existencia es separación. Si nos unimos a la fuente y nos emancipamos abrigaremos la esperanza de vivir para siempre, nos sentiremos más fácilmente responsables por el planeta, ya que lo consideraremos como un hogar permanente. Inevitablemente, crearemos cosas que duren, porque tenemos la intención de perdurar. Nuestra relaciones serán más cariñosas porque si tenemos que quedarnos aquí, ¿para qué hacerlo rodeados de conflictos?. La oruga no sabe nada acerca de la mariposa hasta que un día siente la llamada de sus instintos vitales, construye un capullo y se encierra en el. Entonces se descompone y emerge como una mariposa. Cuando desmontemos nuestros instintos de muerte, el mecanismo de muerte que nos mata seguirá exactamente el mismo proceso.
La inmortalidad física es un concepto que produce confusiones constantes sobre el universo y muchas contradicciones inexplicables. Es la auténtica llave para acceder a nuestro Ser Superior. Comprender la inmortalidad física requiere un gran esfuerzo, provoca un aluvión de preguntas. Produce la transformación más profunda que podamos imaginar. Nuestro sistema de antiguas creencias está ensombrecido por la muerte, limpiarlo provoca miedo porque el ego se siente despojado. No hay término medio posible: hay que escoger entre dos caminos. Cuando escapemos de la prisión del Ego seremos realmente nosotros mismos, mucho más de lo que podamos imaginar en este momento. En el libro “Habla Set” de Jane Roberts, Set dice: “Estás tan muerto como lo estarás siempre”. Si la muerte fuese real, la vida sería imposible y el universo se habría desmoronado hace ya mucho tiempo. La vida sigue apareciendo y creando estructuras cada vez más complejas. Las formas cambian, la vida continúa. Meditar conscientemente sobre la inmortalidad física es la mejor manera de no caer en ese estado hipnótico que aceptaste durante el proceso de tu crecimiento y formación. La filosofía de la inmortalidad física es una gran escoba capaz de borrar todo polvo de nuestras mentes. Los errores son el resultado de no confiar en la vida. El universo está vivo y es un creador excepcional, y no ha hecho más que empezar. La inmortalidad física es el punto de partida hacia experiencias que van más allá de este planeta. No te preocupes si terminan las cosas interesantes que se puedan hacer. Apenas acabamos de empezar. “Somos criaturas de la imaginación” (Terence Mc Kenna). El pensamiento es creativo: imaginamos algo y el sueño se materializa. Imaginamos la siguiente acción y luego la hacemos. El cuerpo es el campo de pruebas de nuestros sueños. La suma total de nuestras creencias es lo que experimentamos. Cuando el cuerpo presenta algún síntoma, está mostrando que hay algún conflicto en nuestras mentes. El impulso de la conciencia es encarnar el conocimiento, de manera que el alma se convierta en corpórea y el cuerpo se transforme en “un objeto controlado libremente en la imaginación”. Para dominar el juego de la vida debemos ser conscientes de que creamos nuestra propia realidad. Por este motivo la práctica de la inmortalidad física incluye ejercicios de materialización, desmaterialización, telekinesia, desdoblamiento y todo lo que seamos capaces de imaginar El concepto de vida eterna va más allá de la identificación con el cuerpo, que no es una limitación, y del que tampoco se puede prescindir. Si el cuerpo fuera independiente de la vida eterna, ya estaría muerto, lo cual no tiene sentido. Hablar solo de “inmortalidad” puede inducirnos de nuevo a la confusión. Debemos hablar de “inmortalidad física”, si realmente queremos referirnos a este concepto.
No hay separación alguna entre lo físico y lo espiritual. Para dominar el juego de la vida debemos ser conscientes de que creamos nuestra propia realidad. Pensemos en el milagro de la vida y nos daremos cuenta de que ya estamos en él. Lo único que realmente necesitamos es dejar de sentirnos tan agobiados por nuestra creencia en la muerte.
Podría ser que plantas y animales muriesen en nuestra presencia, que cayésemos enfermos o atrajésemos a otras personas que lo estuviesen. Los negocios podrían fracasar, se frustrarían inversiones y transacciones. Es que nuestros instintos mortales están en auge. Nos sentiremos tristes, deprimidos, agotados y sin energía, lo que necesitamos entonces es una purificación espiritual, cuando sucede esto tenemos ganas de estar solos; no queremos comunicarnos, compartir o estar con los demás, aunque es precisamente cuando más lo necesitamos.“Los instintos mortales impiden la presencia del Amor que los suavizaría” (Phil Laut), los instintos mortales ocultos pueden aparecer en cualquier momento, por lo tanto es mejor expulsarlos de manera consciente. Cada año debemos expulsar algo más de nuestro ego practicando la purificación espiritual. Si acumulamos pensamientos y creencias negativas la vida no funciona, entonces aparecerán las quejas, las cosas empeorarán, se sentirá uno peor, caeremos enfermos, nos sentiremos realmente desgraciados, envejeceremos y después moriremos.
GRACIAS POR PERMITIRME COMPARTIR ESTOS MINUTOS. EN LA PRÓXIMA SEGUIREMOS CON ESTE TEMA. QUIEN TE AMA…tu Elvia.




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