MINUTO DE RECOGIMIENTO: LA GRATITUD, LA PROTEINA DEL ALMA.
- Elvia Pacheco de Puche
- 2 sept 2024
- 3 Min. de lectura

Cuando contamos las bendiciones y reconocemos la perfección del Creador, no queda más que agradecer. Agradece por respirar y nutrirte de esa energía que emana del mismo Centro de Dios. Agradece cuando contemplas la infinidad del cielo, las luces brillantes de las estrellas, el inmenso océano, los árboles que una vez fueron semillas y ahora revisten los bosques con su fragancia, la perfección de las flores, el aletear de una mariposa, la sonrisa de un niño, la sabiduría de un anciano.
Agradece todas las bendiciones por tener familia, amigos, trabajo, tu talento creativo, tu cuerpo, tus órganos y cada una de las infinitas cosas creadas por Dios para nosotros, Sus hijos.
La gratitud es un sentimiento que florece del Amor por la Creación. Es un estado de éxtasis que te conecta directamente con la certeza de que todo en este universo está en Orden Divino, guiado por las manos de Dios.
Agradecer viene de un estado mental de seguridad, de certeza; no es solo una actitud ante el recibimiento de un regalo. Agradecer es sinónimo de una mente sana, sin ego, consciente de su unión con el todo. Es confianza en el proceso, es la clave para tener una vida saludable, en paz y abundante.
Cuando vemos la vida desde una perspectiva equivocada y contemplamos el mundo desde nuestros juicios internos arrastrados por el ego, solo podemos ver muerte, destrucción, fealdad, pobreza, carencias y soledad en nuestra realidad inmediata, que solo percibe lo que ha sido creado desde nuestra mente limitada. Allí la gratitud es una lección difícil de alcanzar.
Si bien es cierto, que el perdón nos libera del pasado y de nuestros juicios secretos, la gratitud nos afianza en nuestro camino, haciéndonos tomar una actitud cómplice con el universo, a la hora de atraer a nuestras vidas aquello que deseamos manifestar en forma abundante.
El solo hecho de mantener una mente agradecida, rechaza toda posibilidad para que el ego pueda penetrar en nuestra mente cualquier síntoma de limitación.
Es cierto que al atravesar por procesos de crisis o situaciones que traen caos e inestabilidad a nuestras vidas, no podemos expresar gratitud en el momento. Algunas veces debemos esperar un tiempo para poder comprender que esa situación llegó como una bendición.
En aquello que creemos nos convertimos. Si vaciamos nuestra mente de las falsas creencias de limitación y recordamos nuestro propósito Divino, nos sentiremos con total agradecimiento al universo por sus infinitos regalos.
Si en momentos de crisis concentramos nuestra atención solamente en el acto de agradecer al Creador por respuestas, inmediatamente recibiremos guía para superar los obstáculos que vemos con los ojos limitados del cuerpo.
La mayoría de nosotros nos atamos a experiencias de otros y creamos virus, dolencias, malestares y cualquier anormalidad en nuestros cuerpos, colocándonos en el papel de víctimas porque queremos conseguir atención de otros, sin entender que la verdadera atención debe ser hacia nosotros mismos y no descuidar más nuestro centro.
En la medida que tomemos conciencia de la presencia de Dios que fluye como un manantial de Amor desde nuestro corazón, descubriremos que tomamos más tiempo para apreciar la belleza de la vida y la gratitud brotará de nuestro corazón como un acción refleja de entrega por la vida.
Dale gracias a Dios, por darte cada día dos hermosos regalos: Tus dos ojos, que al abrirlos ves todo la belleza que Él ha creado. Recordemos siempre, que el agradecimiento es la proteína esencial para despertar de nuestras limitaciones.
Y, haciendo eco de este mensaje, te doy las gracias por permitirme compartir contigo este regalo.
Quien te Ama y camina contigo hacia la Luz...tu Elvia.
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