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MINUTO DE RECOGIMIENTO: SUGERENCIAS PARA CONVERTIR LA DESESPERACIÓN EN FE.


amar en libertad

Empecemos por disfrutar del no apego elevando nuestra conciencia podemos Amar sin estar apegados, traspasando al “querer” para llevarlo al Amar, porque el querer es de baja frecuencia vibratoria, en cambio el Amar es de alta frecuencia. El querer es material: yo quiero esto, yo quiero aquello, etc. En cambio el Amar es espiritual, Amamos porque Somos Amor. El Amor no tiene ataduras y mucho menos apegos. Un querer apegado crea desesperación porque la fuente de nuestra realización y felicidad reside en otra persona, si esta se niega a cooperar del modo en que crees deba hacerlo, caemos en la desesperación.


Tengamos, en cambio, esperanza por nosotros mismos. Podemos Amar a alguien por quien es, sin quedar desolados si somos decepcionados. Existen dos afirmaciones extremadamente poderosas de Anthony De Mello, que nos ayudaran a experimentar Amor sin apegos.


1. “No estoy apegado a ti. Simplemente, me estoy engañando para creer que sin ti no seré

feliz”.

2. “ Te dejo libre de ser tu mismo, piensa lo que quieras, entrégate a tus gustos, sigue tus

inclinaciones, compórtate como te plazca”.


Cuando seguimos estas dos recomendaciones, observamos que la persona se nos vuelve importante del mismo modo en que un arco iris o un concierto son agradables en sí mismos. El Amor se intensifica, toda desesperación se disuelve y tenemos esperanza en lugar del dolor que el apego provoca.


Refuerza la esperanza en lugar de la desesperación. No fomentemos la desesperación siendo compasivos con los que están deprimidos. Es importante poner énfasis en los éxitos y no en las cosas que provocan sentimientos de desesperación.


Esta lógica se puede aplicar a la desesperación que sintamos en nuestra vida, recordando momentos pasados en que sentíamos esperanzas y tratar de recrear los pensamientos y sentimientos que experimentamos. Con ello nos damos a nosotros mismos un mapa para salir de la desesperación. Reforzando la esperanza actuaremos según esos nuevos pensamientos y sentimientos.


Llamemos a Dios y, literalmente, entreguemos la desesperación. Podemos poner fin a una experiencia de desesperación tomando la decisión de entregarnos a un momento de plegaria silenciosa. “No puedo afrontar esta situación, sé que estás ahí conmigo”. Esta sencilla plegaria aliviará de inmediato nuestros sentimientos de desesperación. Es una manera de liberarse de la idea de que no hay esperanza alguna. En esencia lo que haces con la plegaria es pedir que el Amor guíe nuestra vida. Es una manera de utilizar el poder que hace girar el planeta alrededor del sol, que mantiene el sol mismo en su lugar y convierte la semilla en una flor y hace un niño. Es mucho mejor que decir: ”Lo haré yo solo”. Al pedir la intervención Divina podemos dar un paso atrás y dar la mano a Dios ”simbólicamente”.


Esta sugerencia es tan antigua como las Escrituras. En pocas palabras, podemos poner Esperanza donde haya desesperación. Pedid y se os dará.


GRACIAS POR PERMITIRME COMPARTIR ESTOS MINUTOS Y CAMINAR CONTIGO HACIA LA LUZ.

1 comentario


Carolina
03 mar

“No puedo afrontar esta situación, sé que estás ahí conmigo”. Bellisimo, la guardo en mis oraciones favoritas. Gracias por ser y estar.

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